Londres, 6 may (Prensa Latina) El primer ministro británico, Boris Johnson, admitió hoy que el gobernante Partido Conservador tuvo una «noche dura» tras perder varios bastiones tradicionales en las elecciones municipales celebradas la víspera.
En declaraciones a periodistas desde su circunscripción electoral en las afueras de Londres, Johnson apuntó que a pesar de ceder el control en los municipios capitalinos de Barnet, Wandsworth y Westminster y en otros lugares, los conservadores están avanzando en otras zonas del país.
Son elecciones a mitad de Legislatura, por lo que los resultados son variados, aseveró el primer ministro.
El ejercicio electoral de la víspera abarcó a 146 de los más de 300 concejos municipales ingleses, y a los 32 ayuntamientos de Escocia y los 22 de Gales, además de poner en juego los 90 asientos de la Asamblea (parlamento) de Irlanda del Norte.
Pese a que solo se eligen concejales y otras autoridades municipales, los comicios son vistos como un termómetro para medir la popularidad de los conservadores entre el electorado, sobre todo después del escándalo por las fiestas ilegales celebradas en la residencia de Johnson durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19.
Según analistas, los votantes habrían aprovechado la ocasión para dejar clara su posición sobre la crisis del costo de la vida y el aumento de la tarifa energética y de los impuestos aprobado por el gobierno central.
Un resultado adverso podría llevar a los «tories» a querer deshacerse de Johnson, quien se niega a renunciar por el llamado «partygate», sobre todo si la directiva del partido lo ve como un lastre para las elecciones generales previstas para mayo de 2024.
La expectativa en Irlanda del Norte gira alrededor de la posibilidad de que el partido nacionalista Sinn Fein logre por primera vez la mayoría en el gobierno semiautónomo que comparte con los unionistas desde los acuerdos de paz de 1998.
Una victoria del antiguo político del Ejército Republicano Irlandés impulsaría la realización de un referendo sobre la reunificación con Irlanda, mientras que en Escocia, el Partido Nacional Escocés, que aboga por la independencia de ese territorio, parece encaminado a consolidarse como la principal fuerza política local.